Eddie Gein... el asesino de Texas que vive en Winsconsin

Advertencia: La entrada contiene una foto que puede causar malestar a personas. Lamento no haber conseguido más )=

Muchas de las películas de asesinos que vemos en los cines y la TV, están inspiradas en historias reales, solo que se le adhiere nuevas formas de matar [muy chéveres, por cierto], más víctimas, muerte, sangre, tripas y gritos. En el caso de Eddie Gein hubo menos gritos, pero el resto no fue necesario agregar...
Si bien solo se le encontró cupable de dos asesinatos, Edward Theodore Gein fue uno de los más grandes enfermos, asesinos en serie que haya tenido nuestro yankee amigo país, Estados Unidos. Lo que generalmente hacía este hombre era desenterrar cadáveres recientes de mujeres, para luego llevarlos a su cabaña en Plainfield - Winsconsin, donde las despojaba de sus pieles para confeccionar todo tipo de utensilios. Al parecer estaba practicando para modisto.
Bernice Worden era un mujer del pueblo, que tras denunciarse su desaparición, las investigaciones policiales dieron con su cadaver, nada más y nada menos, que en la cabaña de Eddie. Lo más impresionante, sin embargo, es la manera cómo se encontraba el cuerpo: colgado de los tobillos, decapitado y abierto por el torso. Algo así:


Además de esto, lo mencionados utensilios hallados también son los siguientes:
- cabezas humanas en el dormitorio
- piel usada para hacer pantallas de lámparas y asientos
- calaveras convertidas en platos de sopa
- un corazón humano en una sartén
- un collar de labios humanos
- un chaleco hecho de vagina y pechos
- un cráneo que servía de cenicero
- un cinturón hecho con pezones, y
- muchas otras cosas hechas de partes humanas, obviamente.

Se cree que esta enfermedad mental, porque este sí fue declarado enfermo, fue ocasionada por las ridículas extremas creencias religiosas de su madre, quién recitaba severos pasajes que hablaban de los castigos de Dios, la muerte, etc. Ya lo tenía pelotudo al pobre, y lo que trataba de conseguir al profanar tumbas de mujeres, era encontrar a una persona como su madre; sí, esa misma que lo tenía encerrado leyendo la biblia y no lo dejaba tener amigos. Gein, además de confeccionar lo último de la moda canivalística con los cuerpos, mantenía relaciones sexuales con ellos, pero pronunció que no los comía, debido a que "olían mal".
El hombre pasó sus días en una institución para loquitos y murió en 1984. Sin embargo, su historia hasta hoy se ve reflejada en la cultura popular, como es en la película La masacre de Texas, El silencio de los Inocentes; juegos como Resident Evil, Baldur's Gate; y hasta anime como Fullmetal Alchemist.