martes

Andrei Chikatilo, el carnicero de Rostov.

Este soviético es considerado uno de los peores asesinos en serie de toda la historia de Europa. Se le acreditan cerca de 53 asesinatos entre los años 1980 y 1990 y entre sus preferencia de víctimas se encontraron niños, niñas y jovencitas que no pasaban de los 20 años de edad. Chikatilo, hombre con problemas de impotencia, vivió gran parte de su vida en Rostov, región cerca de Moscú, y frecuentaba las estaciones de ferrocarriles donde atraía a sus presas con facilidad, para luego llevarlas al bosque donde, luego de un fallido intento por tener relaciones sexuales, las mutilaba o destripaba, y mataba. Este sádico nació en Ucrania y tuvo una infancia fatal. Al parecer no había nadie en su escuela que no se burlase de él, todos lo jodían y él no decía o hacía nada en su defensa [yo que él, le pateaba las bolas a todos]. Lo único que podía hacer el sumiso Chikatilo era aguantarse y tragarse toda la cólera. Con el tiempo la timidez se tornaba más grande, tanto que falló en su primera vez, debido a que eyaculó tan solo al abrazar a la mujer. Desde esa vez empezó a correr esa fama de su impotencia. Lo único que le quedaba era estudiar, se concentraba tanto en sus estudios este psycho nerd, que llegó a obtener títulos en lengua y literatura rusa, ingeniería, y marxismo-leninismo. Esos logros le valieron su primer trabajo como profesor, y eventualmente, sus primeros actos de perversión. Se dio cuenta que sentía atracción por sus alumnos, que no pasan de los 15 años, y empezó a espiarlos en sus dormitorios mientras él se masturbaba en silencio [bastante guarro, el pillín]. Pero no fue hasta 1978 que mató por primera vez. Habló en la calle con una niña de nueve años de edad y la convenció para que se fuera con él a una cabaña que poseía en las afueras de la ciudad. Una vez allí la desvistió con violencia. Accidentalmente, le hizo un rasguño del que brotó sangre, hecho que le propició una erección inmediata, estableciendo el vínculo fatal entre sangre y sexo. Luego, sacó un cuchillo y se lo clavó a la niña en el estómago. Con cada puñalada notaba que se acercaba más al orgasmo, por lo que no cesó de hacerlo hasta la eyaculación. Dos días después de este crimen la policía encontró los restos de la niña en el río Grushovka, y cerca de la cabaña de Chikatilo una gran mancha de sangre. Los policías interrogaron al hombre, pero acabaron inculpando a otro agresor sexual, Alexander Kravchenko. Este último fue condenado a la pena capital, mientras el verdadero enfermo seguía libre. Pasaron dos años para que Chikatilo asesinara de nuevo. En setiembre del 1981, solicitó la compañía de una de esas que tienen el trabajo más antiguo del mundo, la convenció de ir con él al bosque para tener relaciones sexuales, pero falló en el intento por lo que ella se río de él, esto lo enfureció, perdió el control, estranguló a la mujer y eyaculó sobre el cadáver, mordisqueo su garganta, le corto los senos y en su frenesí se comió los pezones. Sabía que lo gritos de terror le excitaban, pero el asesinato en sí, significaba para él el orgasmo y excitación total. Sabía, también que volvería a matar. A lo largo de las décadas de los 80 y 90, Chikatilo cometió más de 50 crímenes, en los cuales ciertos aspectos se hacían repetitivos: la mutilación de los genitales [a veces a cuchilladas, otras a mordiscones], de los senos en las mujeres, golpes, acuchilladas, indicios de violación [más bien “intento de” diría yo] y su marca registrada, arrancar los ojos de todas sus víctimas. No fue hasta el año de 1990 en que este criminal fue arrestado [luego de dos intentos sin pruebas suficientes]. Al dar confesión de sus crímenes, Andrei Chikatilo quería dar la impresión de que sufría algún tipo de enfermedad mental, con lo que podía zafarse de una condena mayor; sin embargo los jueces lo declararon “legalmente cuerdo”. El juicio de Andrei Chikatilo se inició en abril de 1992 y duraría hasta octubre de ese mismo año. Éste, con la cabeza rasurada, presenció su juicio desde un cubículo de metal. El primer día deleitó a los fotógrafos esgrimiendo una revista porno, pero más tarde, abatido, se quitó la ropa y meneó su pene gritando: “Fíjense que inutilidad, ¿Qué piensan que iba a hacer con esto?”. Los jueces no dudaron en anunciar el veredicto que habían nominado: el 15 de octubre de 1992 fue sentenciado a la pena capital, y ejecutado con un tiro en la nuca en la prisión de Moscú el 14 de febrero de 1994 [Feliz día de San Valentín, Andrei!]. Algunas personas comentan que nunca lo mataron y que incluso aún pueden verlo caminando en las vías del ferrocarril, pero esas ya son huevadas…


6 comentarios:

Unknown dijo...

El titulo de tu entrada, a primera impresión, la ubiqué como titulo de una novela rusa de índole realista X)

Después de tanta crueldad, morbo, etc,etc, etc lo declararon “legalmente cuerdo”?!?!?!?! – Creeme que la mandíbula se me descolgó y llegó a golpear el suelo con tal veredicto de quienes evaluaron su calidad de estado mental...¡Cuerdo, legal mente cuerdo!...Aysh! Pero Si yo por arrancarle las cabecitas a las cucaracha y reírme tiernamente al ver como su cuerpo mutilado sigue dando vueltas y sus antenitas separadas del tronco se mueven con desesperación...consideran que me urge un doctor, me sorprende, dejándome en estado estupefacto que aquel loco lo hayan considerado legalmente cuerdo...Será cosa de ciencia, pues!

...Así que lo decapitaron... uhhhhhhhh! Ahhhhhhhhhh!

Mira! Mira! Me brotó una tierna sonrisa al visualizar en mi mente a Chikatilo sin cabeza con cuerpo de cucaracha! :)

Lime dijo...

El término "legalmente cuerdo" es bastante adecuao la verdad, Sher, debido a que el hombre estaba conciente de lo que estaba haciendo [a excepción de los dos primeros asesinatos]. Él sabía, o se había dado cuenta, que el asesinar brutalmente a las personas lo exitaba, e iba a conseguir afrontar ese problema de impotencia de esa manera...
Ahora, como será chikatilo sin cabeza y cuerpo de cucaracha... como sabes que es él? :S

Unknown dijo...

q ascO este hombre!!!

aggg!!! pero acaso no conocia el VIAGRA???


que triste su vida...

Lime dijo...

jajajaja!
¿Olvidé mencionar que el tío era paupérrimo? xD

Italo dijo...

Mono, sí, sí lo había leído. 'ta chévere :P

Lime dijo...

Gracias, mono
(=