
Generalmente se puede confundir la tristeza con la depresión, pero en realidad no son exactamente lo mismo. La primera es una de las emociones comunes que experimenta el ser al aparecérsele alguna situación desafortunada: la muerte de alguna mascota, cortar con una pareja, perder una competencia, un trabajo, o tu mono favorito; muchas veces implica la pérdida de algo, por lo que se suele decir que la tristeza es la que llena ese vacío. La segunda es un trastorno emocional que, si bien se presenta ciertas veces como un estado de infelicidad, puede llegar a tornarse mucho más grave.
Podría decir que la tristeza es un comienzo de la depresión, sin embargo leí por ahí que las personas que sufren de ésta no necesariamente se sienten tristes, sino que pueden simplemente perder interés en las cosas y se tornan emo pesimistas y desmotivados. Ahora, si te encuentras en esta situación ¿cómo la combates? Una de las soluciones más afectivas contra la depresión es la farmacológica, es decir el Prozac o la llamada "píldora de la felicidad". Este antidepresivo actúa contra la serotonina, molécula que parece cumplir un papel fundamental en el desarrollo de los trastornos depresivos. Mayormente se recomienda en las depresiones leves, pero para las más graves se aconseja, además, la psicoterapia. ¿Y para la tristeza? Pues, creo que no hay cura efectiva. Siempre te puedes desahogar con el llanto, comiendo chocolate y viendo películas, conversar con un amigo si no le quieres pagar 300 soles a un tipo con un diploma, escribir en un blog, etc. La tristeza no se acaba tan fácilmente, pero evadirla nunca es la respuesta.
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